Es un tema polémico en un matrimonio: “¿Quién debe ir en primer lugar, el cónyuge o los hijos?”.
Las
respuestas pueden variar, pero una reflexión seria, ya sea desde el enfoque
humano práctico, de la salud emocional o incluso viniendo de un orientador espiritual
(vida de Fe), casi cualquiera concluirá que en un Matrimonio, para que sea
sólido y exitoso, esposo y esposa deberán ponerse uno al otro como prioridad;
¡sí! Incluso por encima de los hijos.
Esto no quiere decir que se ignoren las atenciones urgentes que deban
otorgarse a los hijos, especialmente cuando éstos son pequeños y demandan
tiempo y cuidados, pero las atenciones a la Familia que iniciaron un hombre y
una mujer sólo se pueden sostener si este primer lazo (el matrimonio), se
mantiene sólido.
Sin embargo, antes de los hijos, hay otras cosas pequeñas, cotidianas, y
mucho menos importantes a las que vamos dando más espacio, tiempo, importancia
y prioridad en nuestra vida, y a las que con el tiempo nos cuesta trabajo
renunciar. Cuando estas “pequeñas cosas” se han anquilosado en nuestro estilo
de vida, muchas veces han abierto espacio entre los esposos, y luego es muy
difícil volver a tomar el lugar de esas cosas.
Apostando por una relación de Amor que dure toda la vida, habría que
recordar que no se trata de preguntarnos si las cosas se pondrán difíciles o
no, sino ¿cuándo? Como esposos, la mejor manera de estar preparados es estar Unidos,
y una de las claves es que nuestro matrimonio esté en el lugar #1 de nuestras
prioridades, solo por debajo de Dios.
¿Cómo saber si estamos poniendo como prioridad en nuestra vida a nuestro
esposo(a)? O bien, ¿cómo poner en primer lugar a nuestra relación matrimonial?
No se trata de esperar una situación extrema en la que haya que renunciar a un
empleo que daña nuestra relación, o tener que poner un alto a un familiar en
sus conductas para “dar su lugar” de
respeto a nuestro cónyuge. En lo cotidiano podemos descubrir si a ese que le
prometimos entrega, aceptación y fidelidad, todos los días de nuestra
vida, lo está recibiendo de verdad a diario.
Aquí te presentamos 10 formas de poner en primer lugar a tu esposo(a)
y que, al hacerlo primero de forma cotidiana, se volverá un estilo
de vida, que no costará tanto llevar al extremo cuando una situación
difícil así lo requiera:
1. Apagar
o silenciar el teléfono para escucharle… por un buen rato, aunque suenen las notificaciones, o las llamadas.
2. Organizar
el día en función del momento que pasarán juntos (por ejemplo, la cena) y defender esa hora en
la agenda incluso de las reuniones del trabajo, la familia de origen, las
invitaciones de las amigas y los cuates.
3. Ceder
el control remoto de la televisión y permitir que vea su serie favorita; ¡es más! verla con él/ella.
4. Invertir
el dinero en nuestra diversión juntos, aunque esto signifique que no alcance para mis diversiones solo(a), con
mis/nuestros amigos.
5. Dedicar
los días de descanso a nuestra relación, y no “solo el tiempo que me sobra”.
6. Hacer los planes
de vacaciones en función de lo que necesita nuestra familia, evitando
tratar de darle primero gusto a los demás (familia, amigos).
7. Consultar
primero con nuestro cónyuge las decisiones de la casa, importantes o cotidianas: el color
de las paredes, seguros y deudas, escuela de los hijos, etc.
8. Hacer
un frente común, como si fueran una sola persona, ante los hijos, los cuñados, los suegros, los
vecinos, evitar contradecirse.
9. Saber
dejar el trabajo a tiempo, ya
sea la oficina, el de la casa, o cualquier otra “trampa” cotidiana que nos robe
tiempo que deberíamos pasar abrazando, escuchando, disfrutando en Unidad con la
persona más importante en nuestra vida
10. Cuidando
nuestra salud, nos cuidamos para él/ella, pues arriesgarnos a una enfermedad, o estresar
demasiado nuestro cuerpo y mente, no comer, beber y fumar, son prácticas que de
una forma u otra terminarán por restarnos calidad de vida que afectarán a quien
más decimos Amar.
Hamlet y Susy Avilés
Apartado Nacional de Comunidad y Seguimiento
Gracias Hamlet y Susy! Me gusto mucho su artículo!
ResponderBorrarMuy padre saludos desde gdl
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